El pomposo y senecto líder bielorruso ha protagonizado una extraña escena en su última comparecencia ante los medios de comunicación.
Aleksandr Lukashenko, líder supremo, indiscutible y más guapo de Bielorrusia, ha provocado estupor entre los asistentes a un acto de su gobierno con los medios de comunicación. Era una comparecencia ante los medios de comunicación para presentar su nuevo plan de gobierno y las medidas que va a adoptar para combatir la pandemia provocada por el COVID-19 y salir de la crisis económica generada por ese mismo virus.
El fatídico momento se produjo a mitad de comparecencia. El dictadorzuelo bielorruso mostraba su programa gobierno, pero de repente vibró un móvil. Era el suyo. Así que interrumpió la comparecencia. Sacó el móvil de su bolsillo y observó la pantalla. No sabemos qué clase de mensaje o de llamada se había producido, pero el amante de las patatas perdió el control, lanzó el móvil contra la pared y se marcho gritando y maldiciendo. «¡No puedo más, no me dejan vivir! ¡Así es imposible dirigir un país! ¡Me vuelvo a mi huerto!»
Todos los periodistas asistentes e, incluso, los miembros de su gobierno, se quedaron atónitos ante tan lamentable espectáculo. Preguntado por la cuestión, un periodista que asistió a la rueda de prensa explicó su versión: «No sabemos qué paso. Estaba explicando sus medidas económicas contra la crisis tan tranquilamente. Nos explicó que se implantaría el derecho de pernada para garantizar un pequeño Sasha en todas las familias y de que a partir de ahora tendríamos que donar un 10% de los productos al señor feudal. Y cuando estaba hablando de los cambios en su gobierno para hacer a su hijo Ministro de Agricultura, Ministro de Exteriores, Vicepresidente y líder de los Boy Scouts de Vitebsk, de repente le sonó el móvil. No sabemos qué ocurrió, pero fue un auténtico ataque de furia».
Días después, un miembro del gobierno, confesó en privado qué fue lo que sucedió.
«En realidad no fue nada grave. No hay ninguna crisis de gobierno ni ninguna sanción internacional. Lo que sucedió con su teléfono móvil es más sencillo de lo que se creen. Es cierto que le vibró el móvil y miró la pantalla. Pero no era un mensaje. Sencillamente se le estaba acabando la batería porque la noche anterior había estado tocándose mirando injertos interraciales entre una patata y un boniato y no lo puso a cargar. La cuestión es que al ver la pantalla vio únicamente el porcentaje de batería. 3%. Se pensó que la oposición le había hackeado el móvil y por eso se fue tan enfadado. Pero fuimos a buscarle. Estaba sentado en una esquina de la frutería jugando con dos patatas. Dijo que estaba tan enfadado que no respiraría hasta que desaparezca toda la oposición. Tuvimos que ponerle oxígeno. Es que es muy tozudo. Sigue pensando que Darth Vader es Clark Kent. Llevamos desde el año 1994 intentando explicarle que no es que no sean la misma persona, es que no son ni siquiera la misma película.»
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