Tras el descubrimiento de que los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron hackeados, han corrido ríos de tinta. Y de polémica. ¿Cómo puede ser que se hackee el móvil de un presidente del gobierno y se roben gigabytes de información sin problema? La Zurriaga ha encontrado la respuesta a través de un confidente anónimo. Y en una corta entrevista, nos lo cuenta todo.
La Zurriaga: Buenas y gracias por atendernos con tal urgencia. En los últimos días se ha generado una gran polémica porque el móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue hackeado y se extrajo, al parecer, mucha información. Pero lo primero, nos gustaría saber con quién hablamos.
Confidente: Como comprenderán, no puedo revelar mi identidad porque es materia sensible. Pero puedo decir que tuve un importante cargo ministerial y siempre he estado cerca del presidente. Por lo que sé qué se cuece en Moncloa. Aunque a veces el cocido era yo…
LZ: Bueno, nos fiamos de su palabra, no hace falta que dé tantos detalles…
C: Perdone, quizás me voy un poco de la lengua, pero es que desde que dejé el cargo, me paso el día de club en club. Como antes, pero sin pasar por el Ministerio. Pero intentaré centrarme. Aunque ya se sabe, noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno.
LZ: Si, tranquilo, estamos seguros que su identidad quedará completamente en el anonimato. ¿Pero qué puede decirnos de todo el tema del hackeo del móvil del presidente?
C: El tema es mucho más sencillo de lo que parece. Lo que pasa es que es difícil de explicar para la opinión pública…. A ver, seamos claros, ser presidente es un trabajo muy duro y requiere de mucha atención. Y aunque quiero mucho a Pedro, no es el pato más listo de la charca. Tiene una capacidad de liderazgo enorme, casi como su ego, pero es que le cuesta centrarse. Y si le pedimos una legislatura entera de hacer las cosas bien, pues se satura y pasan cosas. Seamos claros, su toma de posesión la clavó. Vale, si, de ahí ha ido de capa caída, pero es que le puso mucho empeño a jurar el cargo y a cambiar el colchón. Aún recuerdo esos putos mensajes a las 4 de la mañana por el grupo de Whatsapp hablándonos de las ventajas del viscolátex. Menos mal que iba por mi quinto cubata y me daba todo igual…
LZ: Pero, ¿puede decirnos qué pasó?
C: Es que es un tema peliagudo, aunque no es algo tan complicado como parece. Ni si quiera se trata de lo de Pegasus. Es bastante más fácil.
LZ: ¿Cómo? ¿No se debe todo a Pegasus?
C: No, mire, ni Pegasus ni nada. Está muy bien de cara a la galería, pero no tiene nada que ver con Pegasus. Eso es marketing e intentar colar que el propio gobierno ha sido víctima de Pegasus. Cortina de humo y el típico «uy, a mi también me han pegado» de toda la vida.
LZ: Pero entonces, ¿cómo se produjo el espionaje?
C: Mire, es por todos sabido que el presidente es muchas cosas… pero no sobresale en humildad ni en sentido común. Aún recuerdo una vez visitando un mercadillo en plena campaña electoral, que un gitano le gritó «¡Guapo! ¡Cómprame unas bragas! 3 por 3 euros». Se llevó hasta las bragafajas.
LZ: Si hace el favor de centrarse en el tema que nos interesa…
C: Si, si, me centro, perdone. La cuestión es que el presidente tiene todo el día ocupado con citas, reuniones, comparecencias y mirarse en el espejo. Así que por las noches se relaja navegando por Google y mirando si sale bien en las fotos de los medios digitales. Comprensible. Pero alguien con muy mala idea, coló un anuncio que ponía «Hay 160 mujeres cerca de tu área que quieren conocerte». Pues coño, Pedro no es de piedra y dijo «¡160 votantes! Si son andaluzas, lo peto» e hizo click. Y a tomar por culo la seguridad nacional. Tan fácil.
LZ: Oiga, eso es lamentable y ridículo. ¿Qué van a pensar nuestros aliados?
C: No, si eso es lo de menos. Tampoco han robado nada preocupante para la seguridad nacional, en realidad. Han sido miles de fotos de Pedro poniendo morritos en el lavabo de la Moncloa. Peor habría sido lo de Margarita Robles.
LZ: ¿Cómo que peor? Pero si a Margarita Robles únicamente le extrajeron 9MB de material del móvil.
C: Si, solamente 9 MB, pero claves. Literalmente claves del banco y de sus tarjetas. Que comenzó con el puñetero Candy Crush y al final se metió de lleno en el turbio mundo de los juegos de Facebook y le robaron los datos bancarios y toda la granja de vacas de Facebook. Horrible.
LZ: En fin, gracias por aclararnos los entresijos de esta crisis. Es suficiente para nuestros lectores y para nuestra paciencia.
C: Es un placer. Por cierto, ¿sabe de algún club por aquí?
Recordad que La Zurriaga es un diario satírico. Todas las noticias son ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
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